Tras el primer espejismo - ¿quién no se acuerda del 3-0 a Ucrania en el debut del mundial de Alemania?-, mantengamos la mente fría. Y, para ello, os mando un resumen estadístico del paso de España por los últimos mundiales en comparación con el resto de selecciones que no practican el tiki-taka, que no tienen jugones, y que, por tanto, avanzan irresistiblemente hasta las rondas finales de cada competición. Algunos ya lo conocéis, pero ahora lo actualizo con el último mundial de Alemania, lo que introduce a Ucrania y Portugal como selecciones que nos igualan y superan respectivamente. Como se ve, potencias de talla mundial. Sin más dilación, ahí va el artículo:
ANÁLISIS PARA TREINTAÑEROS
ESPAÑA Y LOS MUNDIALES: UN AMOR IMPOSIBLE.
Para nosotros, los que vivimos a la vez que Franco pero casi no nos acordamos, los mundiales empiezan a partir del Naranjito, España 82. Resumiré por ello brevemente lo acontecido en las rondas finales de los siete últimos mundiales, intentando probar que nuestra selección ha alcanzado cotas de miseria difícilmente superadas por otros países, a los que los habitantes de España, antes llamados españoles, firmemente convencidos de que somos una de las grandes potencias mundiales, solemos considerar de segunda división. Analizaré solamente las rondas finales, semifinales y de cuartos, que ya es bastante, porque aunque no lo parezca no vivo de esto.
FINALES: Para los que no lo sepan, la final del Mundial es el partido que se juega el último día, y en el que indefectiblemente siempre participan dos equipos a elegir entre Brasil, Italia, Alemania, Argentina o la insoportable Francia. Son la Jet-Set del fútbol mundial.
España82: Italia-Alemania
México86: Argentina-Alemania
Italia90: Alemania-Argentina
USA94: Brasil-Italia
Francia98: Francia-Brasil
Japón-Korea2002: Brasil-Alemania.
Alemania2006: Italia-Francia
De no ser por la televisión, los españoles seguiríamos pensando que la existencia de este partido final es un invento de la prensa.
SEMIFINALES: Sin incluir a los equipos citados anteriormente, otro nutrido grupo de equipos, de gran nivel pero no tanto como los anteriores, han estado a punto de alcanzar las mieles de la victoria, pero se han conformado finalmente con disputar el partido de consolación para el 3er y 4º puesto. Son los semifinalistas. Excluyo por supuesto a los semifinalistas que han sido también finalistas y me quedan estos diez países: Polonia, Bélgica, Inglaterra, Suecia, Bulgaria, Croacia, Holanda, Turquía, Corea del Sur y Portugal. Y todavía no asoma la Roja...
Si exceptuamos a Inglaterra (otrora campeona) y a la Naranja Mecánica, histórica donde las haya, el resto de selecciones puede no decirnos mucho balompédicamente hablando, pero, justo es decirlo, han superado con creces el mayor éxito de nuestra selección, a saber: el muro de cuartos de final.
CUARTOS: Llegar a cuartos indica básicamente que has dejado en la cuneta, tras la disputa de tres (o cuatro) partidos de mierda, a selecciones de la talla de Brunei, Nicaragua, Andorra o las Islas Fidji. Ahí empiezas a medirte con combinados que determinan tu verdadero nivel. Y por desgracia, he aquí donde comprendemos cual es nuestro verdadero nivel; estos son los trece equipos que han alcanzado la misma ronda que nuestra amada patria en los siete mundiales que, con todo el dolor de nuestro corazón, hemos vivido plenamente: Austria, Irlanda del Norte, URSS (extinta), México, Yugoslavia (extinta), Checoslovaquia (extinta), Camerún, Irlanda, Rumania, Dinamarca, USA, Senegal y Ucrania.
Eso es lo que hay. Cuando vamos al mundial fletamos un avión privado como si fuéramos de la Jet Set. Cuando nos volvemos, lo hacemos en un autobús vetusto, lleno de vendedores del top-manta, de irlandeses y austriacos cerveceros, zíngaros, mariachis, vikingos, bebedores de vodka y americanos despistados que creían que iban al football y se aburrieron viendo soccer.
PD: Espero que por lo menos (imploremos a
Carod-Rovira y a su apóstol ZP) del próximo mundial no volvamos extintos, ya que es el castigo que impone Dios e incluso Alá a muchos de los pringaos que pierden en cuartos.